. Así lo informó la agencia Zerno On-Line con referencias a la Administración de Aduanas de China. En abril del año pasado, las importaciones de cereales ascendieron a 14,602 millones de toneladas, de las cuales 8,572 millones fueron de soja.
Las importaciones de trigo cayeron a 760 mil toneladas (-61% en comparación con abril del año pasado), de cebada a 1,15 millones de toneladas (-29%), de maíz a 180 mil toneladas (-85%).
El calor extremo amenaza los cultivos de trigo en regiones productoras clave
Las autoridades meteorológicas chinas emitieron una severa advertencia el viernes sobre el alto riesgo de vientos secos y cálidos de lunes a jueves, lo que podría afectar gravemente los cultivos de trigo de invierno en las principales provincias productoras, incluyendo Henan, a menudo considerada el granero del país.
La Administración Meteorológica de China (CMA) pronosticó que las temperaturas en partes de Henan, Shaanxi, Shanxi y otras regiones podrían superar los 40 °C durante este período, lo que podría marcar nuevos récords para esta época del año. Se espera que las condiciones climáticas extremas, junto con los vientos secos, interrumpan la etapa crítica del llenado del grano en el desarrollo del trigo, acelerando la maduración y con el riesgo de causar daños significativos a los cultivos.
La provincia de Henan, que representó aproximadamente el 27 % de la producción total de trigo de China en 2024, es particularmente vulnerable. La cosecha de trigo de la región suele comenzar a finales de mayo, pero cualquier disminución en la producción podría tener consecuencias de gran alcance para la seguridad alimentaria de China.
La advertencia surge en medio de la creciente preocupación por la escasez de suministro interno. Los compradores chinos adquirieron entre 400.000 y 500.000 toneladas métricas de trigo de Australia y Canadá, a medida que aumenta el temor por el posible impacto del calor extremo en el corazón agrícola del país.
Una caída sustancial en la producción de trigo de Henan podría obligar a China a aumentar aún más las importaciones, lo que aumentaría la presión sobre los mercados mundiales de trigo, ya afectados por perturbaciones relacionadas con el clima en otros países productores importantes.