La ganadería paraguaya es un motor del agronegocio, con un impacto significativo en la economía nacional gracias a su aporte a las exportaciones y la seguridad alimentaria. En 2024, los buenos márgenes en la venta de hembras han incentivado a productores a priorizar la comercialización, pero esta tendencia podría comprometer la recuperación del stock ganadero, según un informe de Valor Agro. En un contexto de alta demanda internacional, condiciones climáticas adversas y exigencias de trazabilidad, el sector enfrenta un equilibrio delicado entre rentabilidad inmediata y sustentabilidad a largo plazo. Este artículo analiza el panorama actual, los factores clave, las innovaciones y las perspectivas para el futuro del ganado bovino en Paraguay.
Panorama Actual y Datos Clave
La ganadería paraguaya ha mostrado resiliencia frente a desafíos como la sequía y la volatilidad de los precios de los commodities. Según datos del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (SENACSA), Paraguay cuenta con un stock ganadero de aproximadamente 13,5 millones de cabezas, consolidándose como un referente en la región. En 2024, las exportaciones de carne bovina alcanzaron un volumen significativo, con destinos clave como China, Chile e Israel, aunque con una caída del 7-8% en la faena respecto a 2023, totalizando cerca de 13,5 millones de cabezas faenadas.
Los márgenes positivos en la venta de hembras, especialmente vacas y vaquillonas, han sido un impulsor clave. Por ejemplo, los precios de hembras carimbo 0 y 1 de razas como Brangus y Brahman han alcanzado valores récord en remates, con financiamiento atractivo como 12 cuotas sin intereses. Sin embargo, la alta faena de hembras (47,3% del total en agosto de 2024) plantea riesgos para el stock, ya que reduce los vientres productivos, esenciales para la reposición y el crecimiento del hato.
Factores Determinantes y su Impacto
Varios factores influyen en la dinámica actual de la ganadería paraguaya:
Clima y Sequía: Los últimos cuatro años de condiciones climáticas adversas, especialmente en la Región Occidental, han reducido las tasas de preñez a un promedio del 50%, por debajo de lo necesario para satisfacer la demanda. Esto ha forzado ventas anticipadas para aliviar la presión sobre los campos.
Precios y Costos: La relación insumo-producto ha mejorado, con precios de terneros entre $3.400 y $3.500 por kilo, mientras que los costos de insumos como maíz y concentrados proteicos han disminuido hasta un 25% respecto al promedio histórico. Sin embargo, los costos de estructura (maquinaria, combustible, alambrados) siguen siendo elevados.
Demanda Internacional: La apertura de mercados como China y el aumento de exportaciones a Israel (+205,2%) y Chile (+240,7%) han impulsado la rentabilidad, pero la caída en destinos como EE.UU. y Brasil refleja la necesidad de diversificar.
Regulaciones y Trazabilidad: Exigencias como la Reglamentación 1115 de la Unión Europea sobre sostenibilidad y trazabilidad están generando presión adicional, aumentando los costos operativos y desalentando inversiones si no se manejan con cuidado.
Estos factores han incentivado decisiones de venta de hembras, pero comprometen la reposición de vientres, un desafío crítico para la sostenibilidad del sector.
Innovación, Tecnología y Buenas Prácticas
La tecnificación y las buenas prácticas agrícolas (BPA) son esenciales para enfrentar los retos del sector. En Paraguay, la adopción de tecnologías como comederos inteligentes y balanzas de pesada al paso permite mejorar la eficiencia y la trazabilidad. Por ejemplo, el establecimiento La Tregua en Córdoba utiliza tecnología RFID para optimizar la selección genética, aumentando el valor de los toros hasta un 20%.
La ganadería regenerativa también está ganando terreno, promoviendo la sustentabilidad mediante la rotación de pasturas y el secuestro de carbono en el suelo. Estas prácticas no solo mejoran la productividad, sino que abren oportunidades para monetizar créditos de carbono, un mercado en crecimiento que podría incrementar los márgenes netos.
Además, la raza Nelore, predominante en Paraguay, destaca por su adaptabilidad y rusticidad, con rendimientos de faena del 58% y pesos de carcasa promedio de 308 kilos. Concursos organizados por la Asociación Paraguaya de Criadores de Nelore han demostrado la calidad genética de estos animales, consolidando su rol en la producción eficiente.
Retos y Oportunidades
El principal desafío es equilibrar la rentabilidad inmediata con la recuperación del stock ganadero. La alta faena de hembras jóvenes, que podrían destinarse a reposición, está reduciendo el potencial de crecimiento del hato, dejándolo vulnerable a nuevas adversidades climáticas. Además, la presión de costos estructurales y las exigencias internacionales de trazabilidad requieren una planificación estratégica.
Sin embargo, las oportunidades son claras. La hidrovía Paraná-Paraguay ofrece un canal logístico clave para reducir costos de exportación, mejorando la competitividad frente a países como Argentina y Brasil. La integración de la ganadería con la agricultura, como en modelos mixtos de alimentación (70% pastura, 30% cereal), permite optimizar recursos y generar valor agregado. Iniciativas del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y gremios como la ARP y CAPECO están promoviendo el acceso a crédito rural y la adopción de tecnologías para aumentar la eficiencia.
Voces del Campo: "La ganadería paraguaya tiene un potencial enorme, pero necesitamos políticas que incentiven la retención de vientres y la inversión en tecnología", señala Werner Schroeder, presidente de la Regional Boquerón de la ARP. Por su parte, Alfred Fast, productor y representante gremial, destaca: "La optimización de procesos es clave para subsistir en un contexto de costos altos y precios volátiles."
