Con la campaña gruesa a mitad de camino, se ha logrado sembrar 10 millones de hectáreas de soja y 3,5 millones de hectáreas de maíz, mientras que el trigo continúa sorprendiendo con rendimientos altamente positivos.
La preocupación por una posible sequía, un espectro que amenazó seriamente la producción agrícola en la última temporada, se ha disipado con las últimas precipitaciones. Esta situación había generado una alarma considerable entre los productores, especialmente en regiones como el norte de Buenos Aires, el sudeste cordobés y el sur santafesino, donde la falta de lluvias había impedido el avance normal de las labores de siembra.
Afortunadamente, las precipitaciones recientes han transformado completamente el escenario agrícola. No solo han levantado el ánimo de los inversores en el campo, sino que han mejorado significativamente los niveles de humedad del suelo. Esta mejora es especialmente notable en la franja oeste de la región central, permitiendo avanzar con la siembra y las aplicaciones de fitosanitarios.
En lugares como Noetinger, Córdoba, se registraron acumulaciones de hasta 182 mm, y en El Trébol, Santa Fe, más de 200 mm en pocas horas. Según datos de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, la región ha promediado 41 mm en los últimos 7 días, y se esperan más lluvias que podrían generar acumulados significativos en La Pampa, Buenos Aires y el sur de Santa Fe.
Estas lluvias son fundamentales no solo para mantener los potenciales de rendimiento del maíz temprano y la soja de primera, sino también para dar continuidad a las siembras tardías. Esto es particularmente relevante en áreas como el sureste de Córdoba y el norte de Buenos Aires, donde la siembra se reanudará tan pronto como las condiciones lo permitan.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires informa que la siembra de soja ya alcanza el 59,5 % de las 17,3 millones de hectáreas proyectadas. La siembra del cultivo de primera ha concluido, y las labores en los lotes de segunda ya han comenzado. Más del 90 % de los cultivos se encuentran en condiciones normales a buenas, aunque los excesos hídricos en Entre Ríos y Santa Fe podrían afectar algunos lotes.
Además, la siembra de maíz tardío avanza a buen ritmo, con el 49,3 % del total proyectado ya implantado. Más del 42 % del maíz temprano sembrado presenta una condición de cultivo buena a excelente. A pesar de algunos excesos hídricos, la estimación de cosecha se mantiene en torno a los 56 millones de toneladas.
El trigo, por su parte, sigue aportando noticias alentadoras. Con más de la mitad del área ya cosechada, los rendimientos están superando las expectativas. En el núcleo norte, los rendimientos en los mejores lotes alcanzaron los 60 quintales por hectárea, lo que ha permitido incrementar la estimación de producción en 200 mil toneladas solo en esa región.
Para el núcleo sur, las expectativas son igualmente altas, especialmente en el sudeste de Buenos Aires. Un dato relevante es la actualización en la estimación de la cosecha de trigo, que ahora se sitúa en torno a los 14,5 millones de toneladas, un aumento significativo respecto a los 13,5 millones estimados el mes pasado. Este aumento se debe en gran medida a la provincia de Entre Ríos, donde los rendimientos han aumentado notablemente, contribuyendo con 600 mil toneladas adicionales a la producción nacional.
Este panorama renueva las esperanzas y fortalece las perspectivas del sector agropecuario argentino, demostrando una vez más la resiliencia y la capacidad de adaptación de nuestros productores ante los desafíos climáticos.
