Patrones climáticos extremos, desde fuertes lluvias hasta temperaturas abrasadoras, han azotado a varias regiones productoras agrícolas en China este año, dañando la calidad y amenazando la producción.
Los problemas climáticos en el cinturón de cereales superiores plantean una nueva prueba del esfuerzo del país por lograr la seguridad alimentaria. China es el mayor importador de maíz y soja del mundo.
Fuertes tormentas de nieve están azotando esta semana partes de Heilongjiang, Jilin y Mongolia Interior, lo que podría afectar el secado, almacenamiento y transporte de los granos de otoño, dijo el Centro Meteorológico Nacional en un informe el lunes.
La cosecha de maíz y soja en el noreste está llegando a su fin y la oferta está lista para llegar al mercado. Sin embargo, la lluvia y la nieve, traídas por las olas de frío, están afectando la logística y la venta de granos como el maíz, mientras que los agricultores están postergando las ventas, lo que podría estabilizar los precios, dijo Holly Futures en un informe el lunes.
Los futuros del maíz de China negociados en la Bolsa de Productos Básicos de Dalian se han recuperado desde mediados de octubre y subieron casi un 1% a 2.575 yuanes (354 dólares) por tonelada el lunes. Los precios de los cereales forrajeros han estado bajo presión debido a la escasa demanda del sector ganadero en dificultades.
Las tormentas de nieve y los fuertes vientos en el noreste aumentarán la dificultad de cosechar arroz en algunas zonas de la provincia de Liaoning, y podrían dañar el maíz que aún se está secando en algunas zonas de Jilin y Heilongjiang.
Los invernaderos podrían resultar dañados y las hortalizas en una fase temprana de crecimiento también podrían congelarse, advirtió el Ministerio de Agricultura durante el fin de semana. ?
