En busca de una "vaca viva": legisladores piden una nueva ley de biocombustibles
En el marco del Congreso Maizar 2025, tres legisladores nacionales de las provincias de Córdoba y Entre Ríos volvieron a poner sobre la mesa un reclamo que gana fuerza en el interior productivo: impulsar una nueva ley de biocombustibles que eleve el corte obligatorio de etanol y biodiésel en los combustibles tradicionales. "Debemos copiar lo que ya hacen Brasil y Paraguay", resumió el diputado Carlos Gutiérrez, en referencia a los países que llevan años de ventaja en políticas de bioenergía.
La necesidad de industrializar el maíz, generar empleo y disminuir el peso de las exportaciones primarias fue uno de los ejes del panel. La diputada cordobesa Belén Avico, del PRO, destacó que Córdoba produce una de cada tres toneladas de maíz del país y lidera la elaboración de bioetanol. "Dos tercios de nuestro maíz se exportan sin procesar. Agregar valor en origen es clave para dinamizar la economía del interior", explicó.
El entrerriano Atilio Benedetti, presidente de la Comisión de Agricultura de Diputados, trazó un paralelismo con el modelo brasileño: "La sinergia entre sector público y privado les permitió posicionarse en el mundo con biocombustibles. En Argentina, aún estamos discutiendo lo básico".
Benedetti también advirtió sobre las dificultades actuales. Según explicó, el Gobierno nacional -aunque tiene intención de avanzar- prioriza el equilibrio fiscal y no contempla plenamente la agenda climática ni la producción renovable como ejes estratégicos. Aun así, adelantó que se discute un posible incremento del corte de bioetanol del 12% al 15% y del biodiésel del 7,5% al 10% en un plazo de dos años.
Carlos Gutiérrez, exministro de Agricultura cordobés, defendió el proyecto presentado por la "liga bioenergética", un grupo de provincias productoras que busca asegurar que el desarrollo de los biocombustibles no quede en manos exclusivas de las petroleras ni dependa de la importación. "Necesitamos reglas que nos incluyan, no discursos vacíos", sostuvo.
También hizo un llamado a la autocrítica: "Hace 19 años tuvimos la primera ley. No es que estemos haciendo todo mal, pero tal vez no estamos haciendo lo necesario".
En paralelo, Avico reclamó medidas concretas para reducir los costos logísticos y transformar el maíz en proteínas animales o energía renovable cerca del lugar de origen. El transporte desde Río Cuarto a Rosario, por ejemplo, representa un 25% del valor del grano.
Los tres coincidieron en que el sector necesita una hoja de ruta clara. "No alcanza con tener buena voluntad. Necesitamos una ley moderna, con visión federal y productiva", concluyó Gutiérrez, mientras defendía lo que denomina la "vaca viva": una matriz energética basada en la biomasa que genere empleo, valor agregado y desarrollo territorial.