Opinión

Perspectivas del fenómeno El Niño y su impacto en la producción de soja y maíz

El fenómeno se espera que alcance su punto máximo de intensidad en la próxima primavera y se extienda hasta bien entrado el 2024, lo que podría impulsar una abundante producción de soja y maíz en Sudamérica y Estados Unidos

1 Jun 2023

 A medida que nos acercamos a la segunda mitad de mayo, las lluvias esperadas por los productores para el cultivo de trigo comienzan a hacerse presentes, cumpliendo las predicciones del meteorólogo John Baranick de la consultora DTN. Sin embargo, más allá de estas lluvias, el foco de atención se centra en el fenómeno de El Niño y su fuerza en los próximos meses.

Las temperaturas de la superficie del mar en el Océano Pacífico tropical han superado los niveles normales y están en el umbral de la clasificación de El Niño en la región 3.4, que es el área estándar para analizar este fenómeno. Además, estas temperaturas están aumentando a un ritmo más rápido de lo habitual, lo que indica un fortalecimiento del fenómeno.

Aunque la coronación formal de El Niño se basa en ciertos criterios, esto no significa que la atmósfera espere para responder. A medida que el Pacífico se dirige hacia El Niño, la atmósfera continuará ajustándose en consecuencia.

Los modelos globales han proyectado este evento con diferentes niveles de intensidad, pero ninguno de ellos prevé un El Niño débil. El modelo del Sistema Estadounidense de Pronóstico del Clima, administrado por la NOAA, ha llegado incluso a predecir un "Súper Niño" para la primavera del hemisferio sur, lo que indica temperaturas anormalmente elevadas.

El modelo de la Oficina Australiana de Meteorología (BoM) también pronostica un Súper Niño para este año, mientras que otros pronósticos sugieren un Niño de moderado a fuerte. Cabe destacar que tanto el CPC como el BoM son autoridades reconocidas en la clasificación de este fenómeno, y ambos tienen pronósticos sólidos para el evento de este año.

Es importante tener en cuenta que no hay dos Niños iguales, y cada evento puede tener impactos climáticos complejos en todo el mundo. Mientras que en el centro de Estados Unidos la presencia de El Niño puede ser beneficiosa, otras regiones pueden experimentar calor extremo e inundaciones. En Argentina, se espera un aumento de las lluvias en la mitad este del país, especialmente en la Región Pampeana, el Litoral y el NEA.

Según un informe de la FAO, se espera un aumento significativo de las precipitaciones en estas áreas entre septiembre y enero, lo cual podría tener un impacto positivo en los cultivos de soja y maíz. Sin embargo, también existe el riesgo de excesos de agua, especialmente en áreas bajas. Por lo tanto, es importante tener en cuenta estos factores al planificar la siembra de soja y maíz para la temporada 2023/2024.

El impacto directo de este Niño intenso se espera que termine durante el primer semestre de 2024, pero su influencia puede prevalecer durante varios meses más. Además, este fenómeno climático dejará su marca en los mercados, ya que se espera que genere sequías intensas en Australia, el sudeste asiático y América Central, poniendo en riesgo las producciones de trigo, cebada, canola y aceite de palma.

Después de tres temporadas dominadas por La Niña, todas las miradas están puestas en Estados Unidos y en los vaivenes de los cultivos de granos. Aunque se espera un clima más desafiante en algunas áreas, el patrón general sugiere que la mayoría de las regiones tendrán volúmenes de lluvia casi normales, lo que favorecerá la polinización del maíz y el llenado de granos de la soja.

En Brasil, se plantean algunas dudas, ya que El Niño tiende a favorecer al sur del país, mientras que el noreste podría experimentar sequías. En el caso de Mato Grosso, la principal región productora, la llegada de este fenómeno climático no debería perjudicar significativamente, e incluso se podrían esperar lluvias más regulares.

En resumen, se espera una buena cosecha en Estados Unidos después de la exitosa producción en Brasil, y existe la posibilidad de que Sudamérica logre altos volúmenes durante el próximo verano, incluso estableciendo un nuevo récord. Sin embargo, es importante recordar que los resultados finales de los cultivos aún no se conocen, y los precios de los granos pueden fluctuar. Mantengámonos atentos a las condiciones climáticas y su impacto en la agricultura.