Mercados

Agricultura Argentina frente a desafíos climáticos y de Mercado

En el contexto de variaciones climáticas y movimientos en los precios internacionales, los productores argentinos se encuentran en una fase de cautelosa optimización frente a las oportunidades de venta que se presentan en los mercados de maíz y soja.

 Según Dante Romano, del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, los precios han comenzado a mostrar una tendencia al alza en Chicago que, aunque parcialmente, se refleja en Argentina, ofreciendo valores que "despiertan interés" y se vuelven más rentables.

Las recientes lluvias en el país no solo han retrasado el inicio de la trilla de maíz temprano sino también han afectado la logística portuaria y de carga, creando oportunidades de venta para quienes puedan entregar su producción a corto plazo. Aunque las precipitaciones han sido bienvenidas para la soja, brindando un empuje a los rendimientos antes de la cosecha, la situación de restricción hídrica plantea retos para la cosecha 23/24 ante la posible llegada de un año Niña.

En cuanto al trigo, se enfrenta a una presión internacional por la abundante oferta de trigo ruso a precios bajos, lo que desafía la competitividad argentina en los mercados externos. Este panorama obliga a los productores a considerar ajustes en los precios para mantener su presencia en mercados clave, como el MERCOSUR.

Romano subraya la importancia del próximo informe de intención de siembra y anticipa aumentos significativos en la producción de soja y un incremento menor en maíz para el ciclo 24/25, de acuerdo al consejo internacional de granos.

La situación del mercado de soja y maíz en Argentina muestra un ritmo lento de comercialización, aunque se ha observado un repunte en las operaciones, posiblemente como estrategia de los productores para abrir espacios de entrega o utilizar esos contratos como garantía para financiamiento. No obstante, esta dinámica puede generar complicaciones si las fábricas no logran cerrar margen debido a la falta de compras a precio fijo.

Para el maíz, el avance de la cosecha se ha visto afectado por las lluvias, aunque los rindes obtenidos hasta el momento son prometedores. La presencia de la enfermedad spiroplasma, transmitida por la chicharrita, añade un factor de incertidumbre a las proyecciones de producción.

Finalmente, el trigo argentino enfrenta el desafío de adaptarse a un mercado global dominado por la oferta rusa, en un esfuerzo por mantener su competitividad y satisfacer la demanda de sus principales socios comerciales. Este complejo entramado de factores climáticos, logísticos y de mercado subraya la necesidad de estrategias flexibles y respuestas ágiles por parte de los productores agrícolas argentinos.

Agrolatam.com