Crisis en el agro Boliviano de Cochabamba: el dólar paralelo y la falta de combustible paralizan a los productores
Con insumos importados cada vez más caros y colas interminables para cargar diésel, el campo cochabambino reduce su siembra y alerta por la caída en productividad.
La crisis de insumos y carburantes en Bolivia golpea con fuerza al agro de Cochabamba. La subida del dólar paralelo, la escasez de combustibles y la dependencia de productos importados están deteriorando la capacidad productiva, elevando los costos y comprometiendo la seguridad alimentaria y las exportaciones.
"Para el agro no ha mejorado nada", afirmó Rolando Morales, vicepresidente de la Cámara Agropecuaria de Cochabamba, al describir el deterioro progresivo que arrastran desde el año pasado.
La combinación de factores como sequía, falta de combustible y encarecimiento de los insumos ha obligado a muchos productores a reducir su área sembrada y la intensidad de trabajo en el campo.
"Con el dólar paralelo tan alto, se nos encarece todo: fertilizantes, agroquímicos, maquinaria... y eso golpea nuestra hoja de costos", explicó Morales.
El 70% de los insumos agrícolas utilizados en Bolivia son importados, lo que deja al productor expuesto a la volatilidad del mercado cambiario informal, en ausencia de dólares oficiales disponibles.
Uno de los puntos más críticos señalados por los productores es la escasez de gasolina y diésel, fundamentales para el funcionamiento de maquinaria agrícola y el transporte de mercadería.
"No solo nos enfrentamos al costo del carburante, sino también a la falta de provisión. Tenemos que hacer filas de horas para conseguir combustible. Eso atrasa la cosecha, encarece el transporte y baja la calidad del producto", denunció Morales.
Menor siembra.
Menor intensidad de trabajo.
Retrasos logísticos.
Caída en calidad de los productos.
Estos factores están generando pérdidas económicas, tanto para los productores como para los mercados de destino, e incluso se advierte un riesgo creciente para la seguridad alimentaria local.