La Secretaría de Agroindustria de Argentina lanzó el Plan de Acción para los Biomateriales y Bioproductos, con el objetivo de lograr un alto consumo y producción de bioproductos y biomateriales innovadores elaborados en el país.
La estrategia, trazada a cuatro años, involucra iniciativas público-privadas y en colaboración con áreas relevantes del poder ejecutivo nacional, el poder legislativo, y los gobiernos provinciales y municipales.
El plan fue elaborado por la Comisión Nacional Asesora en Biomateriales (Cobiomat) aplicando manuales de formulación de políticas de las Naciones Unidas, y su texto completo puede descargarse del Boletín Oficial aquí.
La Cobiomat, que comenzó a funcionar en 2018 y está integrada por profesionales de instituciones del sector público y privado, será asimismo la encargada del seguimiento, evaluación y formulación de propuestas para articular la ejecución de las acciones previstas en el plan.
En este sentido, el secretario de Alimentos y Bioeconomía, Andrés Murchison, afirmó que «hemos desarrollado este plan, para promover la agroindustria de los biomateriales y bioproductos, que son aquellos producidos a partir de biomasa renovable. Promover los productos biobasados es central a la bioeconomía, porque representan una enorme oportunidad de agregado de valor, industrialización en origen y aporte a la sostenibilidad. El consumidor global los demanda cada vez más, así que también son una oportunidad para exportar.»
Por su parte, el secretario Ejecutivo de la Cobiomat y director de Biotecnología, Martín Lema, añadió que «estamos trabajando con los promotores de varios proyectos de inversión nacional y extranjera que montarán fábricas de biomateriales en nuestro país, inversiones que apuntalaremos con este plan. Además, existe una gran cantidad de pequeñas y medianas empresas emprendedoras que comenzaron a producir bioproductos innovadores, y cinco de ellas ya han solicitado que le otorguemos el sello Bioproducto Argentino en menos de un mes».
Además de acciones, el plan contempla monitorear su implementación con indicadores y medios de verificación establecidos en la matriz lógica del mismo. Por otra parte, se trata de una planificación flexible, que contempla instancias de reformulación de su estructura analítica en virtud de los resultados parciales y la necesidad de adaptarse a cambios del contexto.
