Brasil, el principal exportador mundial de carne aviar, ya no podrá enviar sus productos a la Unión Europea debido a la confirmación oficial de un brote de gripe aviar en una granja del estado de Rio Grande do Sul. Así lo comunicó este lunes la Comisión Europea, al activar las condiciones sanitarias que exigen que el país exportador esté libre de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP).
Según explicó un vocero oficial del organismo europeo, "Brasil ya no puede firmar los certificados sanitarios exigidos por la UE, por lo tanto, no se puede exportar ningún producto avícola desde ninguna parte del territorio brasileño."
La noticia llega pocos días después de que el Ministerio de Agricultura de Brasil confirmara el primer brote de gripe aviar en una granja comercial, lo que provocó la activación inmediata de prohibiciones desde compradores clave como China, Japón y Corea del Sur. Ahora, se suma Europa al listado.
Impacto regional y global
Aunque la Unión Europea representa apenas el 4,4% de las exportaciones avícolas brasileñas -según datos de la ABPA (Asociación Brasileña de Proteína Animal)- el país sudamericano tiene una posición dominante en el bloque, cubriendo el 32% del total de las importaciones de pollo de la UE en 2024.
No obstante, el volumen absoluto es bajo en relación al consumo interno europeo, que es abastecido mayoritariamente por su propia industria. Aun así, las importaciones brasileñas, más económicas y con mayor valor agregado, presionaban los precios internos del mercado europeo, por lo que esta suspensión podría ser vista como un respiro para los productores locales.
Suspensiones por al menos 60 días
El ministro brasileño Carlos Fávaro señaló que, conforme a los protocolos internacionales, los países compradores -incluyendo China, UE y Corea del Sur- establecerían una suspensión por al menos 60 días, aunque la Comisión Europea no especificó plazos.
Este nuevo obstáculo se suma a un contexto desafiante para el mercado global de proteínas, marcado por brotes sanitarios, tensiones logísticas y restricciones comerciales. Pese al bajo impacto inmediato en términos de volumen, la noticia podría acelerar movimientos estratégicos en la industria avícola mundial, tanto en materia de seguridad sanitaria como en diversificación de proveedores.