En diálogo con el programa Ley de la Selva de C5N, el dirigente destacó un "flujo extraordinario" de liquidaciones pero advirtió que los anuncios oficiales no acompañan la oferta de dólares por parte del sector.
"La cosecha de soja y maíz ha sido muy buena: contamos 60 millones de toneladas de soja y unos 50 millones de maíz, con un aporte superior a 10.000 millones de dólares al Banco Central desde enero", detalló Idígoras. Aun así, cuestionó que el organismo no esté comprando reservas: "Siempre acostumbramos a que la entidad monetaria acumule divisas en esta época del año, pero hoy no lo hace; en cambio recurre a un repo para cubrir el faltante".
En cuanto al impacto de las retenciones, el dirigente recordó que el valor de la soja en pesos se mantiene en 300.000 por tonelada, igual que hace un año y medio a pesar de una inflación acumulada del 170 %. "Los productores, especialmente los que alquilan, deben afrontar deudas, contratos y costos elevados de siembra. Por eso vemos liquidaciones semanales de hasta millón y medio de toneladas", explicó.
Sin embargo, Idígoras subrayó que aumentar los derechos de exportación al 33 % cambiará el panorama: "Ese castigo adicional no frenará tanto la liquidación inmediata, pero sí la intención de siembra para 2026. Con una retención al 26 % podríamos ampliar superficie y generar 3.000 millones de dólares extra el año próximo; al 33 % eso es inviable".
El dirigente también apuntó a la desigual rentabilidad regional: "Más allá de 300 o 400 kilómetros de Rosario, los márgenes pueden ser negativos. Muchos productores están migrando a maní, papa y legumbres, cultivos sin retenciones y con mejor ecuación económica".
Al abordar la intención presidencial de vincular evasión con "talento", Idígoras sostuvo que "las industrias aceiteras y los productores legitiman cada dólar que exportan; no hay blanqueo ilícito, sino esfuerzo legal para generar empleo y divisas". Y agregó: "El agro es eminentemente nacional y espera que la discusión de retenciones se dé en el Congreso, con una ley que promueva un descenso gradual y seguro".
Por último, sobre la guerra comercial entre China y Estados Unidos, advirtió que "los vaivenes geopolíticos distorsionan precios de Chicago y pueden limitar nuestras ventas procesadas en el sudeste asiático. Argentina y el Mercosur deben mantener relaciones fluidas y no entrar en rivalidades ajenas a la producción".
Con estas señales, Idígoras ratifica el diagnóstico de un sector listo para aportar, pero reclamando reglas claras y estabilidad para transformar un gran año de cosechas en un motor firme de reservas y crecimiento.