Un especialista de Marsh Advisory para América Latina advirtió que los modelos de competitividad y logística de la región están en revisión por el impacto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. La advertencia llega cuando está por concluir la pausa en los aranceles promovidos por Donald Trump.
Gerardo Herrera Perdomo, analista de Marsh Advisory, explicó que el principal factor de disrupción en la región no es solo el nivel de los aranceles, sino "la velocidad del cambio y el desconcierto" frente a lo que ocurrirá cuando terminen las negociaciones en curso.
"Todo se está afectando. Lo estructurado está paralizado por la incertidumbre absoluta", remarcó Herrera en una entrevista con Bloomberg Línea.
En 2023, las exportaciones de bienes desde América Latina hacia EE.UU. alcanzaron los US$611.000 millones, mientras que las importaciones fueron de US$486.000 millones. Un nuevo paquete de aranceles podría elevar el promedio global a un 8%, duplicando el nivel de 2023-2024.
"Proyectamos un incremento en costos de dos dígitos", alertó el especialista, y advirtió que esto afectará la competitividad de toda la cadena de suministros, no solo el comercio directo.
Las economías más expuestas serán aquellas que dependen de exportaciones manufactureras o productos derivados con fuerte presencia en EE.UU., como México, Colombia y algunos países del Mercosur.
"No sabemos cómo va a ser el nuevo modelo de competitividad. Los aranceles podrían forzar un rediseño de estructuras logísticas y modelos de negocio que hoy están enfocados en Estados Unidos", indicó Herrera.
Para Herrera, el conflicto comercial va más allá de porcentajes arancelarios y representa una fragmentación del comercio global entre EE.UU. y China. En ese escenario, América Latina queda en el medio, presionada a elegir un bando.
Citó el caso de Colombia, donde el acercamiento del gobierno de Gustavo Petro a la Ruta de la Seda fue respondido con advertencias desde EE.UU. sobre posibles sanciones económicas.