Las exportaciones de maíz de Estados Unidos en febrero alcanzaron los 6,3 millones de toneladas (248 millones de bushels) según los datos oficiales del censo publicados el miércoles. Eso supera el récord de 2008 para el mes en un 17% y es el mayor volumen mensual desde julio de 2018.
Las exportaciones de maíz de enero no alcanzaron el máximo histórico del mes por un puñado de cargamentos, y el volumen de diciembre fue el mayor en 13 años. Eso marcó una reversión muy necesaria del ritmo de exportación promedio observado en el primer trimestre de 2020-21 que comenzó el 1 de septiembre.
Los datos semanales de exportación sugieren que los envíos de marzo alcanzaron un récord mensual histórico por mucho, probablemente superando los 9 millones de toneladas. El volumen más grande de la historia es de 7,75 millones de toneladas establecido en mayo de 2018, y el máximo de marzo es de 6,7 millones desde 2017.
El Departamento de Agricultura de EE. UU. Prevé que las exportaciones de maíz de 2020-21 alcanzarán un récord de 66 millones de toneladas (2.600 millones de bushels), aunque la agencia tendrá la oportunidad de actualizarlo en su informe mensual el viernes, y muchos analistas creen que el número debe aumentar.
Ese aumento esperado, junto con la predicción anual récord, se debe en gran medida a las ventas inusualmente fuertes a China. Hasta el 25 de marzo, China había reservado 23,2 millones de toneladas de maíz estadounidense para el año 2020-21. El máximo anterior de las exportaciones de maíz de EE. UU. A China fue de 5,15 millones en 2011-12.
En la primera mitad de 2020-21, los envíos de maíz de EE. UU. A China alcanzaron los 7,1 millones de toneladas, lo que dejó mucho trabajo a los exportadores en la segunda mitad. Sin embargo, los datos de inspección de exportaciones implican que el volumen de marzo a China probablemente superó el máximo histórico de diciembre de 2020 de 1,53 millones de toneladas.
Las exportaciones de maíz de Estados Unidos el mes pasado no fueron enormes solo por China, lo cual es importante ya que casi dos tercios de todas las ventas registradas están destinadas a otros países.
China representó aproximadamente el 19% de todo el maíz inspeccionado para exportación en marzo, lo que implica que se pueden haber enviado más de 7 millones de toneladas a otros destinos. Solo hay otros cuatro meses registrados en los que las exportaciones de maíz a países distintos de China superaron esa marca. Las exportaciones fuera de China también fueron anormalmente altas en febrero.
Un segundo trimestre sólido significa que la presión no es tan alta en la segunda mitad de 2020-21, pero aún se necesitan volúmenes más fuertes. Suponiendo que marzo llegó a poco más de 9 millones de toneladas, los envíos de maíz en los cinco meses restantes necesitarían promediar alrededor de 5,8 millones de toneladas cada uno.
Históricamente, eso es muy factible, ya que está muy por debajo del promedio de 2018 de 7 millones de toneladas para ese período. Sin embargo, si el USDA aumentara las exportaciones a 2.800 millones de bushels, por ejemplo, eso requeriría un millón de toneladas más por mes entre abril y agosto, aún por debajo del récord de 2018.
Hasta el 25 de marzo, las ventas de maíz en EE. UU. Para 2020-21 totalizaron el 99,5% del objetivo anual del USDA, muy por encima de los niveles típicos y respaldando la teoría de los analistas de que la agencia debe elevar el pronóstico.
Existe la preocupación de que las cancelaciones o traspasos a la próxima campaña comercial puedan ser mayores de lo normal debido al enorme nivel de compromisos. Es un poco pronto para saber cuánto podría influir eso, pero es importante recordar que la proyección del USDA refleja la cantidad esperada de exportaciones y no necesariamente las ventas en los libros.
Las opiniones expresadas aquí son las del autor, columnista de Reuters.
Editado por Matthew Lewis
