Este lunes, a través de una nueva resolución, se amplió el listado de países habilitados para exportar productos veterinarios a la Argentina e incluyó finalmente a Brasil.
La medida fue oficializada por el Senasa mediante la resolución 338/2025, que actualiza la norma publicada el viernes pasado. En aquella primera versión, solo Uruguay figuraba como representante regional en un listado dominado por países de Europa, América del Norte y Asia. La ausencia de Brasil -potencia ganadera y principal exportador mundial de carne bovina- había levantado más de una ceja.
Con este cambio, el organismo sanitario decidió incorporar a "los países socios fundadores del Mercosur con estándares equivalentes a los de la República Argentina". La decisión se argumentó con una fórmula que ya se está volviendo habitual en el discurso oficial: se busca "dar mayor apertura y libertad" al mercado.
Una corrección política y comercial
El viernes pasado, la resolución 333/2025 habilitó el ingreso de medicamentos, kits diagnósticos y vacunas veterinarias desde países como Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Suiza, Israel y algunos más. La única excepción regional era Uruguay. En ese contexto, no pocos advirtieron lo llamativo de haber dejado afuera a Brasil, especialmente considerando el interés del Gobierno en fomentar la competencia para reducir precios.
El caso más concreto es el de la vacuna antiaftosa. Aunque Brasil dejó de vacunar en parte de su territorio, sigue siendo un polo productivo relevante y posee laboratorios capaces de ofrecer alternativas competitivas. Uno de ellos, Tecnovax, viene gestionando desde 2024 la posibilidad de importar vacunas brasileñas para abastecer el mercado argentino. Sin la habilitación oficial, esa opción quedaba trabada.
Con esta nueva resolución, esa posibilidad vuelve a estar sobre la mesa.
Si bien la resolución 338 deja claro que se incorporan "los países socios fundadores del Mercosur", en el anexo del texto oficial todavía figura únicamente Uruguay. Desde el Senasa explicaron que se publicará normativa complementaria con los detalles técnicos y regulatorios que permitan efectivizar la incorporación del resto de los países.
En los hechos, eso significa que todavía habrá que esperar un poco más para que la medida tenga impacto concreto en el mercado. Pero el gesto político ya está hecho.
La apertura a nuevos mercados veterinarios forma parte del paquete de reformas impulsadas por Federico Sturzenegger desde el Ministerio de Desregulación. El objetivo es abrir el juego a más oferentes, fomentar la competencia y, con ello, empujar una baja de precios en productos clave para la producción ganadera.
Claro que, como suele pasar con las desregulaciones, también hay voces críticas. Desde el sector de laboratorios nacionales alertan por posibles "asimetrías" frente a grandes firmas extranjeras con estructuras de costos y escalas mucho más favorables. El equilibrio entre apertura comercial y resguardo sanitario será, una vez más, el punto a vigilar.
Por ahora, lo concreto es que Brasil -con su enorme rodeo bovino y su capacidad industrial- vuelve a entrar en escena. Una corrección tardía, pero necesaria, en un tablero regional que sigue reacomodándose.