El experto señaló que en 1982 se registró uno de los episodios más intensos de El Niño en la historia, y se espera que en 2023 presenciemos uno similar o incluso más poderoso que el ocurrido hace más de cuatro décadas.
La principal diferencia, al comparar los mapas del 11 de junio de aquel entonces (superior) y los actuales (inferior), es que actualmente todos los océanos están considerablemente más cálidos, según afirmó Picazo. "Esto tiene un gran impacto en el clima del planeta y en las especies que lo habitan, incluyendo a los seres humanos", agregó el especialista.
El fenómeno de El Niño ocurre en un intervalo de 3 a 8 años, y su intensidad no es predecible, aunque su aparición sí lo es. Su contraparte, La Niña, finalizó en marzo de este año después de una duración prolongada desde 2020 hasta 2023.
La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) confirmó oficialmente el inicio del fenómeno de El Niño en el Océano Pacífico el 8 de junio de 2023.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) prevé que los efectos del fenómeno de El Niño se intensifiquen a partir de 2024, lo que podría contribuir a años aún más cálidos. Ante esta alerta climática, es fundamental tomar medidas preventivas y de adaptación para mitigar los riesgos asociados.
"Según su intensidad, El Niño puede causar una serie de impactos, como un aumento en el riesgo de fuertes lluvias y sequías en diferentes partes del mundo", explicó Michelle L'Heureux, científica climática del Centro de Predicción del Clima. Además, el cambio climático puede acentuar o mitigar ciertos impactos relacionados con El Niño.
Por ejemplo, se espera que El Niño provoque nuevos récords de temperaturas, especialmente en áreas que ya experimentan temperaturas superiores al promedio durante estos eventos, según indicó la experta.
En Estados Unidos, la influencia de El Niño es débil durante el verano y se vuelve más pronunciada a finales del otoño hasta la primavera. Según el NOAA, hay un 84% de probabilidad de que se desarrolle un El Niño de fuerza moderada durante el invierno, y un 56% de probabilidad de que sea un fenómeno de El Niño fuerte.
En América Latina, los efectos del cambio climático y del fenómeno de El Niño/La Niña son cada vez más evidentes. Países como Argentina han experimentado eventos climáticos extremos, como sequías prolongadas, inundaciones repentinas y cambios en los patrones de lluvia.
México, por su parte, experimentará un aumento en las lluvias en las regiones noroeste y noreste, mientras que se esperan menos precipitaciones en el centro y sur del país, según informó el Servicio Meteorológico Nacional.
En Centroamérica, se prevé un fenómeno climático de El Niño de intensidad "moderada a severa", lo que agravará la sequía local y la situación de inseguridad alimentaria para millones de personas, advirtió la FAO.
Con el fenómeno de El Niño pronosticado como uno de los más intensos en décadas, es crucial estar preparados para sus posibles impactos y tomar medidas para mitigar sus efectos adversos en diferentes partes del mundo.
