Sin embargo, aunque el anuncio fue bien recibido, la "letra chica" del decreto ha generado inquietud entre los actores del mercado, que aún esperan los detalles de cómo se aplicará esta medida.
Gustavo Idígoras, presidente de CIARA (Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina) y CEC (Centro Exportador de Cereales), destacó que la baja es un "hecho sumamente positivo e importante" y celebró el esfuerzo del Ministerio de Economía. No obstante, subrayó que la baja de retenciones es temporal y se deberán analizar los detalles del decreto para comprender las condiciones y compromisos que implica. "Siempre damos la bienvenida a cualquier baja de retenciones, pero necesitamos ver cómo se aplica", expresó Idígoras.
La medida establece una reducción en las alícuotas de los derechos de exportación de varios cultivos clave, con las siguientes modificaciones:
Soja: baja del 33% al 26%Harina y aceite de soja: baja del 31% al 24.5%
Maíz: baja del 12% al 9.5%
Trigo, cebada, sorgo: baja del 12% al 9.5%
Girasol: baja del 7% al 5.5%
Sin embargo, el beneficio estará condicionado a la presentación de la Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE), que deberá liquidarse en un plazo de 15 días hábiles. Además, los productores deberán abonar el derecho de exportación a los 5 días de presentar la DJVE y realizar el ingreso de divisas dentro de ese mismo plazo. Aquellos cultivos que no cuenten con DJVE deberán hacer el embarque correspondiente para acceder al beneficio.
Se analizó el impacto en la capacidad de compra a valores FOB de ayer, y aunque las primeras reacciones fueron positivas, los analistas destacaron que la complejidad del proceso podría generar ciertas dificultades para los productores que deban ajustarse a estos tiempos y condiciones.
Por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario celebró la medida y destacó su impacto positivo en la producción del país. "Esta medida va en la dirección correcta para fomentar la producción en nuestro país, con gran impacto federal. Además, el orden macroeconómico logrado permite avanzar en una reducción de impuestos sostenible en el tiempo", indicaron en un comunicado.
El alivio que genera la baja de las retenciones es indiscutible, especialmente en un contexto donde los productores se enfrentan a altos costos y desafíos derivados de las condiciones climáticas adversas y la inflación. No obstante, la incertidumbre sobre las condiciones específicas de la medida y su implementación práctica genera expectativas de que se ajusten ciertos aspectos para garantizar que el beneficio llegue de manera efectiva al sector productivo.
Aunque la baja temporal de retenciones es un paso positivo para el campo, especialmente para los exportadores de soja, trigo y maíz, la medida llega con condiciones que podrían complicar su aplicación. La "letra chica" del decreto y la necesidad de cumplir con plazos específicos para acceder a los beneficios están generando dudas en el mercado. Mientras tanto, la industria espera conocer los detalles finales del decreto, confiando en que este alivio fiscal impulse la competitividad y el crecimiento del sector agropecuario.