Las lluvias recientes han brindado cierta esperanza al sector, permitiendo la implantación de forrajes y verdeos de verano, aunque se advierte que llevará tiempo para que los pastizales naturales respondan. Además, preocupa el estado general del ganado, que no es óptimo.
La faena de ganado vacuno está mostrando un cambio en la tendencia. Se ha observado una disminución del ritmo diario de procesamiento en octubre en comparación con septiembre.
Sin embargo, a pesar de esta disminución mensual, la faena acumulada en el año sigue siendo significativamente mayor que en 2022. En el caso de los terneros, la situación es similar, con una oferta abundante de novillitos livianos debido a destetes anticipados y encierros adelantados. La faena de novillos es inferior a la del año pasado, lo que se espera que continúe a medida que los campos recuperen la capacidad de engorde en primavera y verano.