Estados Unidos enfrenta problemas sanitarios y Paraguay inicia su temporada kosher con buenas perspectivas de valor.
El mundo de la carne vacuna no encuentra una tendencia clara. En abril, los movimientos internacionales mostraron un panorama de señales cruzadas: algunos países consolidaron buenos precios y demanda, mientras otros debieron tomar medidas restrictivas por razones sanitarias o enfrentaron limitaciones de oferta. Aun así, el denominador común parece ser una presión sostenida sobre los precios mayoristas y la expectativa de que la demanda global siga creciendo.
China: menos stock, precios que resisten
Uno de los actores clave del comercio mundial de carne, China, volvió a mostrar una caída en los volúmenes de carne vacuna almacenada. Según datos de la consultora Tardáguila basados en OIG+X, el país asiático redujo un 4% su stock en cámaras frigoríficas durante abril, acumulando un descenso del 20% respecto al mismo mes del año anterior. Esta contracción se suma a la tendencia descendente que se había iniciado en la segunda mitad de 2024.
Pese a ello, los precios mayoristas mostraron resistencia: en el arranque de abril alcanzaron los USD 8,5 por kilo, aunque hacia fin de mes no lograron sostener esa suba por una actitud más cautelosa de los compradores. De todos modos, la evolución es superior a los valores de febrero y marzo, que habían rondado los USD 8. La dinámica confirma que, aún con menor stock, el mercado chino sigue siendo determinante en la formación de precios globales.
Estados Unidos: riesgo sanitario y suspensión de importaciones
Del otro lado del Pacífico, Estados Unidos atraviesa una situación más compleja. La Secretaría de Agricultura volvió a suspender las importaciones de ganado desde México por temor a la propagación del gusano barrenador del ganado (NWS). El foco, detectado en zonas remotas a más de 1.000 km de la frontera, obligó a aplicar una medida preventiva que será revisada mensualmente, pero que ya pone en jaque el flujo de animales en un mercado con escasa oferta estructural.
El impacto no es menor. Estados Unidos enfrenta uno de los stocks ganaderos más bajos de las últimas décadas, y toda limitación adicional sobre la oferta podría traducirse en presiones alcistas sobre los precios de la carne vacuna en su mercado interno.
Paraguay e Israel: arranca la faena kosher con expectativas de valor
Paraguay, por su parte, inició su temporada de faena kosher para exportación a Israel. El presidente de la Cámara Paraguaya de Carnes, Randy Ross, confirmó que serán siete los frigoríficos habilitados para operar bajo este rito, que se extiende hasta octubre y luego retoma en noviembre tras un receso.
Más allá del componente religioso, la faena kosher representa un valor agregado: los precios que se están consiguiendo en esta campaña superan en promedio un 9% a los del año anterior, según lo negociado planta por planta. En abril, Paraguay exportó 10.695 toneladas por un total de USD 65,9 millones, y si bien no se espera un crecimiento volumétrico significativo para 2025, la mejora en precios podría consolidar una temporada más rentable.
Brasil: más exportaciones que producción
En Brasil, los investigadores del CEPEA observaron una dinámica particular. Aunque la producción de carne vacuna aumentó un 2,7% en el primer trimestre del año respecto al mismo período de 2024, las exportaciones crecieron casi un 12%, según datos de la Secretaría de Comercio Exterior (Secex). Esa diferencia evidencia un apetito externo creciente que supera la capacidad de producción local.
Esta presión sobre la oferta interna ya tiene reflejo en los precios. El Indicador de Ganado Vivo CEPEA/ESALQ (São Paulo) fue un 22% más alto que en el primer trimestre de 2024, ajustado por inflación, mientras que el precio mayorista de carne en gancho se valorizó un 23,8% en términos reales.
Perspectivas: más demanda que oferta
A nivel global, el USDA proyecta para 2025 una producción total de carne vacuna de 61,5 millones de toneladas, con un consumo interno de 60,3 millones y exportaciones por 13 millones de toneladas, lo que representa una suba del 0,6% respecto a 2024. También se prevé un aumento de las importaciones, lideradas por China y Estados Unidos.
En este contexto, la tensión entre una oferta limitada y una demanda que no se detiene parece marcar el pulso de los precios. Las señales que llegan desde las distintas regiones muestran que, a pesar de las incertidumbres sanitarias o regulatorias, el mercado de la carne vacuna sigue siendo uno de los sectores más dinámicos del comercio agroalimentario global.