Brasil, antaño un destacado proveedor mundial de cacao, se prepara para una espectacular reaparición en el escenario global del cacao después de décadas de adversidades. La Comisión Nacional del Cacao, Ceplac, anunció esta semana un ambicioso plan para duplicar la producción de cacao para 2030, un movimiento que promete revitalizar las exportaciones del país y aliviar la escasez mundial de este preciado ingrediente del chocolate.
La historia del cacao en Brasil se vio gravemente afectada en la década de 1980, cuando una enfermedad devastadora diezmó los cultivos. Sin embargo, el escenario actual es de optimismo y renovación. Valmir Ortega, fundador de Belterra Agroflorestas, destaca la enorme oportunidad de Brasil para recuperar su posición en la cadena mundial de suministro de cacao. Con el respaldo de gigantes como Cargill Inc. y un fondo de inversión de Vale SA, el sector cacaotero brasileño recibe un impulso significativo.
Según Lucimara Chiari, directora de Ceplac, para 2025 Brasil debería producir suficiente cacao para satisfacer la demanda interna, reduciendo así la necesidad de importación. Esta iniciativa se produce en un momento crítico para el mercado mundial del cacao, que ha sufrido debido al mal tiempo y enfermedades en los principales países productores como Costa de Marfil y Ghana.
Además, CocoaAction Brasil ha mapeado al menos 24 proyectos en curso para fortalecer la cadena de suministro local de cacao, con una inversión total superior a los 150 millones de reales brasileños (aproximadamente 30.6 millones de dólares). Esto demuestra la vitalidad y el potencial de crecimiento del sector en Brasil.
Entre los agricultores que lideran esta transformación está Moisés Schmidt de Bahía, quien se ha aventurado en el cultivo de cacao, diversificando así su producción agrícola tradicionalmente centrada en algodón, soja y maíz. Schmidt Agricola está adoptando nuevas tecnologías y variedades de cacao adaptadas al clima más seco de su región, evidenciando una modernización en el enfoque del cultivo del cacao.
Brasil Biofuels SA, una empresa de biocombustibles, también ha mostrado interés en el cultivo del cacao, planeando cultivar 1.000 hectáreas el próximo año. Esto refleja el amplio interés en el cacao como un cultivo prometedor y rentable.
A pesar del entusiasmo, los desafíos no son menores. La producción brasileña de cacao aún es una fracción de la oferta mundial, dominada por África. Además, los productores brasileños deben enfrentar nuevas enfermedades y cumplir con normas europeas más estrictas relacionadas con la trazabilidad y la deforestación.
La productividad en Brasil sigue siendo menor que en África, pero ha estado mejorando gracias a inversiones en tratamiento del suelo y cuidado de los árboles, señala Pedro Ronca de CocoaAction Brasil. El acceso a financiamiento y asistencia técnica está aumentando significativamente el rendimiento.
Finalmente, los planes ambiciosos de Brasil en el cultivo de cacao podrían enfrentar desafíos debido a enfermedades como la podredumbre helada de la vaina. Sin embargo, con mejores conocimientos y recursos, el país parece estar preparado para afrontar estos retos, como afirma Anna Paula Losi, Directora General de la AIPC.
El renacimiento del cacao en Brasil no solo es prometedor para los agricultores y la economía del país, sino que también podría tener un impacto significativo en el mercado mundial del cacao, potencialmente estabilizando los precios y diversificando la oferta global.
